En un comunicado conjunto divulgado este miércoles, las misiones de Naciones Unidas, la Unión Africana, la Troika, la Unión Europea y otras entidades convocaron a cesar las hostilidades, actuar con moderación y velar por el cumplimiento de los derechos humanos.
El texto, divulgado por el portavoz del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Stéphane Dujarric, llama a las autoridades sursudanesas a intervenir para detener el conflicto y velar por la seguridad de los civiles.
Al mismo tiempo insiste en la necesidad de investigar y hacer rendir cuentas a todos los perpetradores del conflicto, avivado en esa zona del este país por parte de jóvenes armados del adyacente estado de Jonglei.
El Ejército de Sudán del Sur confirmó este jueves combates entre militares y milicianos «fuertemente armados» en Pibor, en medio del repunte de los enfrentamientos intercomunitarios en esta zona.
Tras una guerra civil de cinco años que destrozó la economía, causó casi 400 mil muertos y desató una crisis humanitaria, los sursudaneses enfrentan todavía el reto de la reconciliación.
En opinión de analistas, en 2022 las discrepancias aumentaron en ese territorio debido a luchas intercomunitarias.
Otro flagelo con el que lidia el país es la inseguridad alimentaria, que amenaza a 7,7 millones de personas.
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