La violencia, de la que se responsabiliza a los primeros, data de años, pero se agravó en las últimas semanas por incursiones en el área administrativa de Gran Pibor, región de Jonglei (este), según reportes de medios autorizados, los cuales dieron cuenta de más de una docena de heridos.
Los ataques comenzaron el domingo pasado con una incursión de jóvenes armados residentes en Jonglei contra la aldea de Lanam, precisó el ministro de Información de Gran Pibor, Abraham Kelang.
La raíz del conflicto entre las partes radica en disputas por el usufructo de tierras y acusaciones mutuas de robo de ganado.
De su lado, las autoridades de Gran Pibor, un área administrativa semiautónoma en el oriente sursudanés, exhortaron al gobierno central a “accionar para detener estos actos de naturaleza genocida contra la tribu murle”.
La etnia nuer, a la que pertenece el primer vicepresidente Riek Machar, es junto a la dinka, uno de cuyos miembros es el presidente Salva Kiir, una de las mayoritarias en Sudán del Sur.
Ambos hombres estuvieron enfrentados en una feroz guerra civil entre 2013 y 2018, cuando firmaron un cese de hostilidades patrocinados por países de la región, que incluyó una redistribución del poder.
Sin embargo, otros movimientos armados se abstuvieron de firmar el pacto.
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