El país espera unos dos millones de visitantes para esos días finales de 2022 y principios de 2023, con lo cual se superaría la cifra de 2019 (prepandemia Covid-19), alrededor de 1,8 millones.
Según el presidente de la Cámara de Turismo, Rolando Schweikwert, los pronósticos se cumplirán definitivamente con la mezcla de viajeros internos y la entrada con más fuerza de extranjeros.
Los guatemaltecos acostumbran a recibir el año nuevo en los diferentes lugares turísticos o centros de recreación, a diferencia de la Navidad, una celebración más en el núcleo familiar.
Entre los principales lugares que ya están al tope figuran la ciudad colonial de Antigua Guatemala, Sacatepéquez, seguido por las playas del Pacífico (costas de Jutiapa, Santa Rosa y Escuintla), Quetzaltenango, Panajachel, Retalhuleu, Esquipulas, las Verapaces y Petén.
En Antigua, la reactivación económica está en niveles altos, de acuerdo con funcionarios de la municipalidad, y tanto hoteles como restaurantes ofrecen opciones diversas para esperar el nuevo año, desde cenas, conciertos y visitas a museos como parte del programa cultural.
La urbe, Patrimonio de la Humanidad, tiene una planta de dos mil 750 habitaciones y según registros, está al 100 por ciento de ocupación, de ahí el fuerte despliegue de seguridad programado para estos días.
También los parques temáticos y los hostales del Instituto de Recreación de los Trabajadores de la Empresa Privada de Guatemala, en Retalhuleu, aparecen llenos e incluso hay paquetes de fin de año en Xetulul.
En comparación con otras temporadas, en diciembre están las vacaciones escolares y de una parte de la fuerza laboral, por lo que resulta como la mejor temporada para la industria.
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