En un texto publicado este jueves y que recoge los principales acontecimientos que dieron prueba este año de la severidad del cambio climático, la ONU afirmó que se evidenció cómo la actividad humana es la principal causante de catástrofes meteorológicas, a las cuales se sumó la crisis energética.
No obstante, la mayor organización internacional priorizó la emergencia climática al alcanzar importantes acuerdos sin dejar de presionar a las grandes economías para disminuir el uso de combustibles fósiles y apoyen a los países en desarrollo, los cuales se llevaron la peor parte de las sequías, inundaciones y condiciones extremas climáticas.
El documento recordó que a principios de año, ante el conflicto en Ucrania, muchos países suspendieron sus compromisos relacionados con la reducción de emisiones de dióxido de carbono, al tiempo que intentaron paliar su dependencia del petróleo y gas ruso buscando el suministro de combustibles fósiles procedentes de otras naciones.
También numerosos estudios apuntaron a un continuo calentamiento terrestre, realidad que se unió a la incapacidad de los países para reducir las emisiones de dióxido de carbono y abordar la amenaza que supone para la humanidad la emergencia climática.
Fueron notables los niveles récord en la atmósfera de los tres principales gases contaminantes -el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano-, cuyas concentraciones alcanzaron el mayor incremento en 40 años, registrado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Esa agencia de la ONU advirtió, tras las olas de calor en China, Europa y Estados Unidos, que la humanidad debía acostumbrarse a una mayor repetición de este tipo de fenómenos durante los próximos años.
Añadió también que la crisis alimentaria en el continente africano, centrada en el Cuerno de África, podría sufrir un grave deterioro que implicaría el desplazamiento de millones de personas, e indicó que para 2030 cuatro de cada cinco países de ese continente probablemente no dispondrán de recursos hídricos de forma sostenible.
Precisó el documento de la ONU que mientras algunas regiones sufrían una alarmante falta de agua, otras padecían inundaciones catastróficas como Pakistán, que declaró una emergencia nacional luego de fuertes inundaciones y deslizamientos de tierra por las lluvias monzónicas, que inundaron cerca de un tercio de su territorio.
Durante 2022 la resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU que declaró el acceso a un medio ambiente limpio y saludable como un derecho humano universal, fue uno de los hitos importantes del año.
Al respecto, el secretario general de ese organismo, António Guterres, destacó ese histórico paso para reducir las injusticias medioambientales, cerrar brechas en materia de protección y empoderar a las personas, especialmente aquellas en situaciones de vulnerabilidad, como los defensores medioambientales, los niños, los jóvenes, las mujeres y los pueblos indígenas.
Otro hecho trascendental del año fue la aprobación por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima, COP27, de un mecanismo de financiación para compensar a las naciones vulnerables por las pérdidas y daños causados por los desastres climáticos.
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