Durante el tradicional sermón de los viernes, el miembro de la Resistencia islámica libanesa recalcó que el país necesita una cooperación entre su gente para salvarlo de la crisis y no apostar por dictados desde el exterior.
Ali Damoush rechazó las posiciones de algunos políticos de obstruir las soluciones y exacerbar el colapso económico, así como la injerencia extranjera en los asuntos internos para incitar a los ciudadanos unos contra otros.
El miembro de Hizbulah enfatizó que no es posible enfrentar las crisis y realizar las reformas requeridas sin un jefe de Estado y un gobierno con plenos poderes capaces de detener el derrumbe y dar respuestas a los problemas de vida de los pobladores.
Consideró que la etapa actual requiere de comprensión, no desperdiciar más tiempo en imponer un candidato de confrontación y acudir al diálogo para lograr la elección del nuevo presidente de la República.
El jefe adjunto del Consejo Ejecutivo de Hizbulah insistió en la urgencia de pactar una personalidad que una a los libaneses y tenga todas las especificaciones requeridas acordes a las circunstancias de los desafíos que enfrenta la nación.
Subrayó que la Resistencia islámica llamó desde un principio al consenso interno y no apostar por un nombre al servicio extranjero, sin trabajar para lograr los intereses del país.
Líbano despedirá 2022 sin presidente de la República, en medio de una crisis política, el agravamiento de la crisis económica y un gabinete ministerial interino.
Tras 10 sesiones, ningún candidato recibió la mayoría parlamentaria y el país sortea el cuarto vacío de poder, luego de la conclusión del mandato de Michel Aoun el pasado 31 de octubre.
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