Por Glenda Arcia
Corresponsal jefa en Argentina
Este país sudamericano asumió el 7 de enero la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y acogió encuentros, debates e iniciativas de sus miembros.
A finales de octubre, representantes de más de 30 naciones asistieron en Buenos Aires a la XXIII Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de esa entidad y apostaron por la eliminación de la pobreza y las desigualdades a través de la cooperación en esferas como la social, económica, productiva, cultural y ambiental.
En una declaración conjunta, subrayaron que Latinoamérica es una zona de paz -proclamada formalmente en enero de 2014, en La Habana, Cuba- y está libre de armas nucleares.
Además, ratificaron su compromiso con la construcción de un orden más justo, inclusivo, equitativo y armónico, basado en el respeto a la soberanía, la no intervención en los asuntos internos, el Derecho Internacional, el multilateralismo y los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas (ONU).
Por otra parte, instaron a fortalecer la cooperación sur-sur y triangular como vehículos de las políticas exteriores para la movilización de conocimientos y el fomento de alianzas para enfrentar futuras situaciones de crisis.
Los titulares destacaron que Argentina, como presidenta de la Celac, retomó la práctica de intervenir y presentar iniciativas conjuntas y consensuadas en diversos foros. También expresaron su satisfacción por la ampliación de los vínculos con otros bloques y ratificaron a ese organismo como un importante portavoz de la región.
Los ministros demandaron el cese del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace más de seis décadas y exigieron la exclusión de la isla de una lista de supuestos patrocinadores del terrorismo elaborada por Washington.
Durante su visita a esta nación, el canciller del Estado caribeño, Bruno Rodríguez, aseguró que la Celac atraviesa un momento de renovación tras una etapa turbulenta, en la que gobiernos de derecha, al servicio de la Casa Blanca, trataron de dividirla, fueron cómplices del golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia, intentaron aislar a Venezuela y Nicaragua, e impidieron la celebración de reuniones.
Manifestó la aspiración de que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del bloque, planificada para enero, sea un evento progresista, donde se defiendan los intereses de los pueblos y se tribute al objetivo de construir una Patria Grande, independiente, fraterna e integrada.
Está previsto que Luiz Inácio Lula da Silva participe en esa cita tras asumir como presidente de Brasil, lo cual significará el fortalecimiento de los vínculos regionales y el retorno del gigante sudamericano a la Celac, de donde fue retirado por el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Además de dar un nuevo impulso a ese mecanismo, la llegada del líder del Partido de los Trabajadores al Palacio del Planalto permitirá renovar el Mercado Común del Sur (Mercosur), cuya presidencia ejercerá Argentina en el primer semestre de 2023.
CON POTENCIAL ENORME Y RECURSOS, DESAFÍOS ACTUALES
Al intervenir en la LXI Cumbre de jefes de Estado del Mercosur, celebrada en Uruguay, el mandatario Alberto Fernández instó a fortalecerlo y descartó que tomar caminos separados sea la respuesta adecuada a las diferencias existentes.
Somos el sur del mundo. Tenemos nuestras peculiaridades y hay que animarse a no sucumbir al poder unánime. Poseemos un potencial enorme y los recursos que todos necesitan, añadió.
Fernández manifestó su preocupación por acciones unilaterales al referirse a la decisión de Uruguay de solicitar la adhesión al Tratado Transpacífico, que reúne a 11 países en una relación de libre comercio.
En tiempos de mucha división, logramos preservar el Mercosur durante 31 años y eso tiene un valor incalculable. Estoy dispuesto a escuchar y analizar todo lo que debemos corregir, pero no perdamos de vista esto, indicó.
En 2022, Argentina también asumió la dirección de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y fue sede de su 39 período de sesiones, durante el cual se analizó la recuperación con igualdad e inclusión, los desafíos actuales y el programa de trabajo para los próximos dos años.
Por otra parte, esta nación acogió en noviembre la XV Conferencia Regional sobre la Mujer que abordó la necesidad de sistemas integrales de cuidado, la igualdad de derechos y la corresponsabilidad social.
El evento fue inaugurado por Fernández, quien abogó por una transformación cultural y social para garantizar la equidad e instó a luchar para acabar con la discriminación. Argentina recibió de Chile la titularidad temporal de la Conferencia. Asimismo, este país presidió el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. En esas y otras instancias reiteró su reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas y expuso la necesidad de que Reino Unido acepte retomar el diálogo.
La agenda prevista para 2023 comenzará con la visita de Fernández a Brasil para participar en la toma de posesión de Lula y a finales del primer mes del año tendrá lugar la cumbre de la Celac.
En tanto, del 20 al 24 de marzo, Buenos Aires será sede del III Foro Mundial de Derechos Humanos, evento que coincidirá con las celebraciones por el aniversario 40 de la recuperación de la democracia en esta nación tras el fin de la última dictadura cívico-militar (1976-1983).
Es muy importante que esa cita ocurra aquí porque Argentina es uno de los pocos países que logró llevar a juicio a los responsables de numerosas violaciones y crímenes. Eso es una conquista de las organizaciones y de la lucha a través de los años, señaló el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
Recordemos a aquellos que no están físicamente, pero siguen presentes: los 30 mil desaparecidos y encarcelados. La memoria nos ilumina el presente para construir un nuevo amanecer para nuestra patria, añadió.
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