En un balance anual señaló que, en su rol de intermediario neutral, el CICR busca aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por los conflictos armados y la violencia.
Aseguró que dialogó con todas las partes beligerantes para recordarles que las guerras tienen límites.
Desde una perspectiva humanitaria, es necesario hacer todos los esfuerzos posibles para facilitar la reunificación de familias que han quedado separadas a causa de los conflictos en este país suramericano, puntualizó.
Recordó que es fundamental que los actores armados respeten el derecho internacional humanitario, que protege particularmente a la población civil y a quienes han dejado de participar en las hostilidades.
Tanto en el campo como en las ciudades, las víctimas de los conflictos y la violencia deben recibir atención oportuna y digna, enfatizó la entidad humanitaria.
Recalcó que los niños, niñas y adolescentes presentan vulnerabilidades específicas ante los conflictos armados y la violencia y, por esta razón, deben ser especialmente protegidos.
Manifestó que el CICR es neutral y nunca toma partido a favor de cualquiera de las partes de un conflicto armado ni participa en controversias políticas.
En ese sentido, el diálogo bilateral y confidencial con portadores de armas y personas afectadas por este tipo de escenario les permitió llegar a los lugares más alejados.
La cruz roja es un símbolo de ayuda humanitaria, resaltó el en su resumen al terminar este 2022.
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