El líder del Partido Movimiento por la Independencia Política y Cultural, Vilaire Cluny Duroseau, consideró que el consenso es un tercer intento “macabro” fraguado por el Core Group, entidad que nació durante la Misión de Naciones Unidas para la Estabilidad.
Este último lo integran embajadores de varios país y representantes de la ONU, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos.
Duroseau, quien también fue candidato a las elecciones, rechazó de manera particular el pedido de intervención militar y el proyecto de sufragios que consideró como una falsa.
El político aseguró que no apoyará ninguna iniciativa para fortalecer el poder de Henry y alentó al pueblo a salir a las calles para defender su país.
Como Duroseau otros líderes se pronunciaron en contra del acuerdo pactado por el Gobierno con organizaciones políticas, sociales y miembros de la sociedad civil.
El responsable del partido político Unión Nacional por la Integridad y la Reconciliación, Clarens Renois, se desmarcó del documento y señaló que el acuerdo no cumple con lo esencial para estabilizar el país, que a su juicio es el consenso de todos.
Por su parte, el exsenador y coordinador del partido Pitit Dessalines, Moïse Jean Charles, estimó que el proyecto es una farsa que tiene como propósito desorientar a la comunidad internacional sobre los pasos necesarios para solucionar la crisis de Haití.
En la misma línea, el partido Organización del Pueblo en Lucha calificó el acuerdo de estratagema con el objetivo de permitir al jefe de Gobierno “perpetuarse ilegalmente en el poder”, aseguró su portavoz Danio Siriack.
No obstante, Henry logró sumar nuevos seguidores al consenso, incluso algunos firmantes del Acuerdo Montana, una iniciativa de la sociedad civil que se opone al Gobierno.
Según la propuesta del primer ministro, 2023 será un año de elecciones y de reforma constitucional, además de un periodo para frenar la inseguridad con ayuda de la comunidad internacional, una decisión que también le valió muchas críticas.
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