Al intercambiar con el personal de la presidencia del Gobierno, Miqati deseó que todas las buenas voluntades converjan en 2023 para ocuparse de los numerosos expedientes y poner al país en el camino de la recuperación.
El jefe del gabinete en funciones enfatizó que Líbano siempre superó dificultades y duras condiciones a lo largo de su historia y en ese sentido, abogó por el trabajo entre todos para avanzar en la respuesta a las problemáticas de vida de los ciudadanos.
“No perderemos la esperanza del ascenso del Líbano y el regreso de las cosas a la normalidad, y continuaremos el compromiso de nuestros deberes y no nos detendremos ante los obstáculos”, subrayó.
La nación levantina despedirá el 2022 con cerca de 2,2 millones de personas necesitadas de apoyo urgente para asegurar el acceso a alimentos y otros productos básicos, un aumento del 46 por ciento en comparación con el año pasado, precisó Naciones Unidas.
Ausencia de consenso político, agudización de la crisis y un gobierno interino describen el escenario de Líbano que junto al vacío presidencial trascenderán al nuevo año.
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