Tales encuentros cumplieron con la promesa electoral del fundador del Partido de los Trabajadores, quien en octubre comentó que el país «necesita volver a tener relaciones con el mundo exterior. Brasil, durante todo el período de mi mandato (2003-2010), fue protagonista internacional».
He recibido ahora los saludos del rey Felipe VI, de España, que vino a Brasil para acompañar nuestra posesión. Hablamos sobre las relaciones Brasil y España, Europa y América Latina, escribió Lula en la red social Twitter tras su coloquio con el monarca.
También aludió a su conversación con el presidente de Bolivia, Luis Arce, con quien «hablamos sobre cómo nuestros países pueden colaborar en políticas sociales, energía y suministro de fertilizantes».
En otro tuit, el exsindicalista admitió que conoció por vez primera al gobernante chileno, Gabriel Boric, y abordaron el «inmenso potencial de colaboración económica y desarrollo de alianzas internacionales entre Brasil y Chile, para el desarrollo de nuestra región».
De igual manera hizo referencia a la tertulia con el presidente argentino, Alberto Fernández, quien saludó por la posesión y pudo «felicitarlo por la victoria de Argentina en la Copa del Mundo» de fútbol.
Retomamos el diálogo y la amistad con nuestro mayor vecino, uno de los principales socios de Brasil en el mundo, apuntó.
En la misma plataforma, Lula confirmó que se reunió con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y aunque no lo mencionó en la red social intercambió asimismo opiniones sobre disimiles temas con representantes de Venezuela, Cuba, Perú, y líderes africanos.
Reconoció que abrazó nuevamente a su amigo Marcelo Rebelo de Sousa, mandatario de Portugal, y pese a la importancia que el exdirigente obrero otorga a la región, aseguró que recibió del vicepresidente Wang Qishan, «una carta del presidente Xi Jinping con sus saludos y su voluntad de ampliar la cooperación».
En el último debate televisivo que tuvo en plena campaña electiva, con el derrotado mandatario Jair Bolsonaro, el extornero mecánico lo acusó del aislamiento que enfrenta el gigante suramericano en el mundo y convertirlo en un paria.
«Brasil continuará como usted, solo», y preguntó: «¿Qué vas a hacer para reinsertar Brasil en el mundo?».
El político ultraconservador no respondió de inmediato y Lula reiteró que el exmilitar «no tiene relación con ningún país del mundo». Recalcó que «nadie quiere conversar con Brasil y ningún país quiere recibir a Bolsonaro».
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