La última cumbre del Mercosur, a inicios de diciembre último en esta capital, estuvo marcada por la controversia pública entre el presidente Luis Lacalle Pou y su homólogo de Argentina, Alberto Fernández.
El argentino, quien asumió la presidencia pro témpore de Mercosur, adelantó que podrían ocurrir sanciones si Uruguay insiste en marchar en solitario para conseguir acuerdos que supondrían quebrantamiento de las reglas del bloque.
Antes, durante 2022, el canciller turco estuvo en Uruguay y ambos gobiernos firmaron los términos de referencia para negociar un tratado comercial.
En julio las autoridades de este país sudamericano anunciaron la culminación del estudio de prefactibilidad para un acuerdo de libre comercio con China.
Pero en los meses siguientes no hubo avances en la negociación y Beijing dijo que tomará tiempo y paciencia.
El 1 de diciembre Uruguay presentó la carta de adhesión al Acuerdo Transpacífico, que vincula comercialmente a una decena de países.
Los tres socios del Mercosur (Brasil, Argentina y Paraguay) emitieron un comunicado conjunto en el que mostraron su inconformidad y advirtieron que podrían tomar medidas jurídicas y comerciales.
Durante el 2022 la política exterior uruguaya intentó flexibilizar Mercosur y conseguir acuerdos fuera de su ámbito.
La relación regional quedó en mal estado y los tratados bilaterales que la diplomacia uruguaya pretendió siguen postergados.
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