Si bien está dentro del rango que habían proyectado los especialistas, de una baja de entre dos y 3,5 por ciento, se trata del mayor retroceso desde febrero de 2021, cuando el país sufría aún las consecuencias más severas de la pandemia de la Covid-19.
De acuerdo con la nota del banco, el resultado de noviembre se debe al comportamiento de la producción de bienes y el comercio, tanto el minorista como al por mayor.
En el primer acápite, la industria manufacturera sufrió una disminución de 6,5 puntos porcentuales y la minería perdió 3,2 por ciento, mientras el resto de bienes mostraron una moderada alza de siete décimas.
Respecto al comercio, hubo una fuerte caída del 8,8 por ciento, debido a la contracción de las ventas en supermercados, establecimientos de ropa, calzado y equipos domésticos, lo cual incluyó a las grandes cadenas de tiendas.
En este sector influyó principalmente el incremento constante del índice de precios al consumidor por la inflación y la incertidumbre de las personas hacia el futuro de su economía personal y la del país en general.
Por otro lado, el comercio mayorista disminuyó en todas sus líneas, particularmente en los equipos electrodomésticos y los materiales de construcción.
En el lado positivo está el sector de los servicios con un ligero incremento de 0,1 puntos, impulsado sobre todo por la actividad empresarial y personal en este rubro.
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