La moción de interpelación fue presentada por la congresista Silvana Robles, del Partido Perú Libre, con la adhesión de las bancadas congresales Perú Bicentenario, Bloque Magisterial y Perú Democrático.
La interpelación, que contiene 25 preguntas, cuenta con las firmas de más de 20 congresistas, cifra requerida para que la Ministra de Relaciones Exteriores comparezca ante el pleno a responder las interrogantes y quedó pendiente definir la fecha de la presentación.
El pliego de preguntas requiere explicaciones sobre la extrema medida tomada por el Gobierno peruano después que México otorgó asilo a la esposa y los hijos del presidente Pedro Castillo, destituido y encarcelado por intentar, el 7 de diciembre último, disolver el Congreso unicameral opositor de su gestión y otras medidas.
La expulsión de Monroy fue atribuida a declaraciones sobre la crisis peruana, del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y otra interrogante pide precisar los hechos o actos atribuidos al mandatario que motivaron la medida contra el embajador.
La canciller Gervasi deberá contestar si considera que los dichos o acciones del gobernante de México fueron compulsivos, implicaron el uso de la fuerza, amenaza, presión política, intervención diplomática o coacción económica destinadas a cambiar la voluntad del gobierno peruano respecto de los presuntos actos injerencistas.
El interrogatorio recuerda la creación del hoy desaparecido Grupo de Lima, impulsada por la Cancillería de Perú y alentada por Estados Unidos, que desconoció en forma injerencista al gobierno venezolano de Nicolás Maduro y reconoció al autoproclamado Juan Guaidó.
La congresista Robles apuntó que, antes de la expulsión del embajador mexicano, el nuevo gobierno de Perú llamó en consulta a sus embajadores en Argentina, Bolivia, Colombia y México, después que los presidentes de esos países emitieron un comunicado conjunto de preocupación por la crisis peruana.
Añadió que los jefes de Estado de esos países invocaron una salida dialogada a la situación y eso es “lo que países hermanos deben hacer para contribuir a la solución pacífica de las controversias”.
La presidenta peruana, Dina Boluarte, declaró la semana pasada que su Gobierno trabaja para el retorno de sus embajadores a Buenos Aires, La Paz, Bogotá y Ciudad de México y destacó la importancia de las relaciones con los cuatro países.
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