De acuerdo con la autoridad, menos de un año después del inicio de la fase de pago en marzo pasado, el número de beneficiados superó la mitad en la intención de llegar a 150 mil hogares de todas las regiones del país.
La iniciativa brinda apoyo monetario a los núcleos de personas pobres, ancianos y pacientes con enfermedades crónicas dentro de una red de seguridad social de emergencia.
Durante este tiempo, el programa proporcionó a cerca de 680 mil personas transferencias mensuales en efectivo de 20 dólares por miembro de la familia (máximo de seis), además de una cantidad fija de 25 por hogar.
En relación con el expediente educativo, el ministerio anunció la asistencia a 48 mil alumnos, de entre 13 y 18 años, para la enseñanza en escuelas públicas y la formación profesional.
Sobre la renovación del programa, el titular de Asuntos Sociales subrayó que depende del endeudamiento del Estado con el Banco Mundial, y “este mecanismo requiere algunos meses”.
La ayuda constituye un alivio urgente a los libaneses vulnerables tras el impacto de la crisis económica y financiera que aumentó en los últimos tres años los niveles de pobreza, alarmantes tasas de inflación y un deterioro del poder adquisitivo de la población.
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