Cerca del mediodía, los futuros del crudo Brent, referente en los mercados europeos, cayeron 1,88 dólares, o un 2,3 por ciento, hasta alcanzar un precio de 80,22 dólares el barril.
Mientras, del otro lado del océano, el petróleo West Texas Intermediate (WTI) cedió 1,68 dólares, un 2,2 por ciento, hasta tocar un valor de 75,25 dólares por tonel.
Las caídas de este miércoles dieron continuidad a las fuertes bajadas de más de un cuatro por ciento en la jornada anterior, cuando específicamente el Brent sufrió su mayor pérdida en un día en más de tres meses.
Según expertos, el fuerte desplome del oro negro en estos inicios de 2023 está vinculado a un incremento de las preocupaciones sobre los efectos de una recesión global en la demanda de este producto y la persistencia de un exceso de oferta.
De hecho, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que gran parte de la economía mundial tendrá un año difícil en 2023, ya que los principales motores del crecimiento mundial -Estados Unidos, Europa y China- experimentarán un debilitamiento de la actividad.
A esto se suma que el Gobierno chino aumentó las cuotas de exportación de productos petrolíferos refinados en la primera tanda para 2023, señalando las expectativas de una escasa demanda interna en la medida que se intensifica la nueva ola de Covid-19.
Por otra parte, el principal exportador de petróleo, Arabia Saudita, alertó que podría recortar aún más los precios de su Arab Light para Asia en febrero, tras haberlos fijado en su nivel más bajo en 10 meses para este mes.
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