El director del Instituto de Derecho Penal y Criminología de la Universidad de la República (Udelar) así opinó en comparecencia televisiva, cuando según datos del Ministerio del Interior el número de asesinatos cerró en 2022 en alrededor de 380.
La cifra es la más alta durante la gestión del presidente Luis Lacalle Pou, cuyo gobierno asumió en marzo de 2020.
Representa además 80 muertes más que las reportadas en 2021 y superior en 50 a las de 2020.
Aller calificó de “elevadísima” el alza de los homicidios respecto a la densidad poblacional y en comparación con el entorno regional.
Dijo que en Uruguay hay una escalada de asesinatos desde inicios de siglo.
Aunque concordó con el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, en que el incremento de asesinatos se corresponde con las guerras entre grupos del narcotráfico, puntualizó en otros factores sociales que inciden en el aumento de este tipo de delitos.
El experto expresó que detrás hay una subcultura de la violencia en expansión. “Hay más rapidez para resolver los conflictos a través de cercenar la vida”, sentenció.
Sin desconocer datos oficiales que hablan del descenso de ilícitos como el hurto y la rapiña, el catedrático puntualizó que esas estadísticas solo toman en cuenta las denuncias.
Añadió que en la mayoría de los casos las víctimas no acuden a las autoridades, por lo que los registros oficiales podrían estar incompletos.
Reclamó, a su vez, una presencia activa del Estado en la prevención del delito.
Al respecto consideró fundamentales las políticas de gobierno, la educación, el papel de la familia y de los medios de comunicación para prevenir la criminalidad.
Aller mencionó otras formas de violencia como el femicidio, ajustes de cuentas y sicariato, “que subyacen en la sociedad uruguaya”.
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