De acuerdo con Guterres, 160 millones de menores son víctimas de ese flagelo en el planeta, lo que limita su derecho a la educación y amenaza su futuro. Se debe hacer más para terminar con el trabajo infantil, convocó el titular de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en un mensaje publicado en su cuenta en Twitter.
La ONU define el término como toda labor que priva a los niños de la etapa inicial de la vida, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
Este flagelo pone en riesgo a los menores y viola tanto el derecho internacional como las legislaciones nacionales.
Además, priva a los niños y niñas de su educación o les exige asumir una doble carga: el trabajo y la escuela.
Entre las formas de trabajo infantil, el organismo recoge como las peores a la esclavitud o prácticas similares, y el uso de niños en la prostitución u otras actividades ilegales.
Asimismo, menciona el trabajo hecho por los menores de la edad legal para ese tipo de tareas, tal y como se establece en las legislaciones nacionales de acuerdo con los estándares internacionales.
Para su erradicación, los Objetivos de Desarrollo Sostenibles renovaron el compromiso de la ONU y los líderes mundiales en la agenda prevista para 2030.
En particular, la meta 8.7 hace un llamamiento a la comunidad internacional para “adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados».
Al mismo tiempo, convoca a unir esfuerzos para ponerle fin en todas sus formas para 2025.
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