En un comunicado publicado en el sitio oficial de la Presidencia del Consejo de Ministros, la jefa de Gobierno expresó que “lo que está pasando en Brasil no puede dejarnos indiferentes”.
Meloni manifestó en ese mensaje, divulgado inicialmente a través de Twitter, que “las imágenes de la irrupción en los escenarios institucionales son inaceptables e incompatibles con cualquier forma de disidencia democrática”.
“Urge un retorno a la normalidad y expresamos nuestra solidaridad con las instituciones brasileñas”, reafirmó en su nota de apoyo al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El domingo cientos de extremistas partidarios del exmandatario Jair Bolsonaro asaltaron el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo brasileño, así como los locales del Tribunal Supremo Popular y del Congreso, una acción calificada como terrorista y parte de una intentona golpista en ese país sudamericano.
Pocas horas después de esos hechos las autoridades lograron retomar el control de la situación y hasta el momento, según diversas fuentes, fueron arrestadas unas 300 personas vinculadas con los actos vandálicos, mientras continúan las investigaciones.
El presidente brasileño expresó que “quienquiera que haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que se respeten las instituciones. No hay precedentes en la historia del país de lo que han hecho hoy. Por eso deben ser castigados”.
«Y averiguaremos quiénes son los financiadores de los que han ido hoy a Brasilia, y todos pagarán con la fuerza de la ley», añadió Lula da Silva.
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