En ello trabajan el Ministerio de Industria, Energía y Minería, y el instituto Uruguay XXI, dedicado a la promoción de las inversiones e imagen a nivel internacional.
La vicedirectora de la institución, Inés Bonicelli, aseguró que tal estrategia energética puede implicar inversiones de por lo menos seis mil millones de dólares a futuro.
En declaraciones al diario El Observador señaló que el desarrollo de la nueva industria repercutirá favorablemente “en la generación de empleo, de capacidades, profesiones y oficios nuevos».
Dijo que el país recibe propuestas en el sector y hay varios proyectos en estudios de factibilidad con diferentes grados de avance.
El programa contribuiría a la descarbonización y al alcance de las metas de sostenibilidad comprometidas por el gobierno, así como en el pago de los intereses de la deuda externa.
La administración del presidente Luis Lacalle Pou presentó en junio último la hoja de ruta para el desarrollo del hidrógeno verde en Uruguay.
En la ocasión el ministro de Ambiente, Adrián Peña, estimó que para 2040 la producción de hidrógeno podría acercarse al millón de toneladas por año.
Para entonces el impacto de esa industria sería del dos por ciento en el Producto Interno Bruto proyectado.
El hidrógeno verde se obtiene mediante agua y otras energías renovables, lo cual le convierte en un combustible sostenible y con índice de contaminación cero.
Tiene innumerables aplicaciones, desde su empleo como materia prima en la industria hasta ser fuente de energía y calefacción.
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