Reportes locales significaron que, con su fallecimiento, el Líbano y el mundo árabe perdieron una figura de noble legislación, humanidad y diplomacia, y uno de los artífices más destacados del Acuerdo de Taif, para poner fin a la guerra civil (1975-1990).
Graduado en administración de empresas de la Universidad de El Cairo en 1963, Al-Husseini ingresó a la asamblea legislativa en 1972 como diputado de la gobernación de Baalbek-Hermel y presidió la institución de 1984 a 1992.
El político participó en la fundación del movimiento chiita Amal en 1973 y asumió su presidencia tras la muerte del Imam Musa al-Sadr entre 1978 y 1980.
Al-Husseini destacó en el establecimiento de la Comisión Nacional para la Preservación del Sur en 1977 y fue electo miembro de los Comités de Finanzas y Obras.
El representante presentó su renuncia a la unicameral legislatura en agosto de 2008, tras representar a Baalbek-Hermel en los períodos de 1972, 1992, 1996, 2000 y 2005.
La ceremonia fúnebre será mañana y el gobierno interino declaró duelo oficial hasta el viernes, durante el cual se colocan banderas en las administraciones, instituciones públicas y municipios, y los programas habituales de las emisoras de radio y televisión sufren cambios en proporción al triste suceso.
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