Este anhelo de gran parte del pueblo colombiano recibe hoy nuevamente el aliento de la Organización de Naciones Unidas y de la comunidad internacional, tal como fue expuesto este miércoles en el Consejo de Seguridad del organismo multilateral.
Son numerosos y complejos los pasos para alcanzar ese objetivo, que es una utopía para muchos y para otros una urgente necesidad con posibilidades reales de concretarse y así poner fin a décadas de violencia e inseguridad.
Lograr esta meta, contemplada como una política del gobierno de Petro, implica la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 y también concretar nuevos pactos con grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional.
También conlleva el sometimiento a la justicia de estructuras criminales que asolaron a comunidades y territorios enteros con guerras intestinas por el narcotráfico, el control territorial o la minería ilegal.
Pero la paz también implica cambios sociales que beneficien a millones de personas que padecen los horrores de los distintos conflictos armados en el país suramericano.
Con ese fin el gobierno de Petro puso en marcha la reforma agraria integral mediante la cual comenzó a comprar tierras productivas a propietarios que voluntariamente desean venderlas, para entregarlas a los campesinos.
Otra fuente para lograr ese objetivo contemplado en el punto uno del Acuerdo de Paz de 2016 es la entrega de predios que estuvieron en poder de paramilitares y narcotraficantes y ahora están bajo el control de la Sociedad de Activos Especiales.
Ayer, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó ampliar el mandato de su Misión en Colombia para incluir la reforma rural integral prevista en los acuerdos de paz, como contribución al cese del conflicto nacional.
El secretario general de la ONU, António Guterres, saludó los pasos del Ejecutivo de Gustavo Petro y su determinación para la consolidación del fin de la guerra.
«Me complace que la implementación integral del Acuerdo Final esté en el centro de sus esfuerzos», afirmó Guterres en su informe sobre la Misión de Verificación en Colombia, que comprende el periodo entre septiembre y diciembre de 2022.
El titular de la organización calificó de alentador los contactos entre el Gobierno y las comunidades rurales y el posterior acuerdo al que llegó con la Federación de Ganaderos para la compra de tierras destinadas a la reforma rural integral.
«Es una clara demostración de que todos los sectores de la sociedad colombiana pueden y deben contribuir significativamente a la implementación del Acuerdo Final», resaltó.
En ese sentido, el jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz, aseguró que prestará atención al acceso a la tierra en su integralidad, a la implementación participativa de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial y la presencia del Estado en el territorio a través de los planes nacionales de reforma rural para superar la desigualdad y la pobreza el campo.
Estos son elementos estratégicos para reducir las desigualdades en el acceso a la tierra, resolver los conflictos conexos y superar la desigualdad y la pobreza en las áreas rurales, con especial atención a la situación de las mujeres y los Pueblos Étnicos, señaló Ruiz.
Subrayó que en su informe Guterres saludó las recientes acciones del Gobierno para avanzar en algunas de las áreas del Acuerdo con mayor potencial transformador.
«Hago eco de sus elogios por las medidas adoptadas en los últimos meses en relación con la reforma rural integral, como el acuerdo sobre la compra de tierras y el aumento de los presupuestos para la agricultura», expresó.
Agregó que un impulso adicional en materia de reforma rural se observó en la convocatoria por parte de las autoridades de la primera Convención Nacional Campesina, celebrada el pasado mes de diciembre.
«En esa Convención, representantes de comunidades campesinas compartieron testimonios y presentaron numerosas propuestas para profundizar la implementación de elementos de la reforma rural integral del Acuerdo, reafirmando una vez más su papel clave en la construcción de la paz», recalcó.
Afirmó que la reforma rural está, ahora y finalmente, situándose de manera clara en el centro de los esfuerzos para construir una Colombia más pacífica y próspera.
jf/otf