Según la información distribuida por la secretaría general a los miembros del Consejo, asegurar el préstamo para la adquisición de combustible constituye el pretexto del segundo debate del gabinete, después de la conclusión del mandato de Michel Aoun, al frente del Estado libanés el pasado 31 de octubre. En este contexto, el primer ministro, Najib Miqati, anunció que este tema solo se aprobará dentro de las leyes y reafirmó su compromiso con la constitución y en consecuencia distribuyó con anterioridad la agenda a los titulares para evitar objeciones y lograr el quórum requerido.
La convocatoria no oculta el descontento de la Corriente Patriótica Libre, incluso el ministro de Energía, Walid Fayyad, pudiera no participar al considerar que se puede pasar el expediente sin necesidad de una sesión gubernamental, de acuerdo con reportes locales.
Por otra parte, representantes aliados al movimiento Hizbulah informaron de su disposición a acudir al encuentro con cláusula única para resolver el archivo eléctrico.
Aprobar el anticipo de 62 millones de dólares destinados a barcos cargados de combustible anclados frente a la costa libanesa durante más de 20 días centrará la reunión, en la intención de operar las plantas de generación de energía, suspendidas desde principios de este año, divulgó el periódico electrónico Al-Anbaa.
Bajo el título de temas apremiantes, la primera sesión del 5 de diciembre último abordó las problemáticas hospitalarias, las dificultades de la empresa de Ogero para mantener la red de telecomunicaciones y algunos contratos con el Banco Mundial.
El gobierno libanés labora de manera interina desde las elecciones parlamentarias en mayo de 2022, sin poder formar un nuevo Consejo tras la reelección de Miqati, como primer ministro en junio.
A más de dos meses de vacío de poder, Líbano transita el nuevo año a la luz del agravamiento del colapso económico, financiero y social, en ausencia de consenso entre los bloques parlamentarios para designar al nuevo presidente de la República.
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