Al intervenir en la ceremonia de distribución del Premio Internacional Qassem Soleimani de Literatura de Resistencia, Nasrallah enfatizó que Washington informó a los funcionarios libaneses que aceptar la ayuda del combustible iraní constituye una línea roja y «podrían ser amenazados».
El secretario general de Hizbulah insistió en la necesidad de aceptar la ayuda de Teherán y en ese sentido, pidió a los aliados de la administración norteamericana beneficiarse de esa relación para traer una excepción al donativo iraní.
La máxima figura de la Resistencia libanesa convocó a situar al país en el camino de la recuperación y tomar el apoyo de Irán como confirmó en Beirut su canciller, Hossein Amir Abdollahian, en la intención de incrementar a ocho horas el suministro de electricidad, de las dos actuales.
El jefe de Hizbulah puntualizó que el donativo iraní es válido y constituye una oportunidad para resolver el colapso energético que extiende sus efectos a la economía y la vida natural de las personas.
Al abordar la elección presidencial, Nasrallah expresó su comprensión por las presiones de algunas referencias para elegir al nuevo jefe de Estado de la República y reiteró el compromiso con un candidato que no apuñale por la espalda a la Resistencia.
Llamó a prestar atención a las incitaciones sectarias y manifestó la urgencia de terminar el vacío de poder para avanzar en la formación del gobierno y retomar el curso normal en las instituciones estatales
Sobre este tema, indicó que la descripción real de las sesiones parlamentarias evidencia la ausencia de una mayoría entre los bloques, tras el fracaso de 10 convocatorias.
En relación con la reunión del gobierno interino mañana, el secretario general de Hizbulah respaldó el derecho del Consejo de Ministro de tomar una decisión dentro de los límites de las cuestiones urgentes, necesarias e inaplazables, a la luz del agravamiento de las problemáticas económicas.
A propósito, Nasrallah manifestó que, de rechazar la sesión del gabinete los medios de comunicación y el coro político acusarían a Hizbulah de interrumpir la llegada de los medicamentos contra el cáncer y la diálisis, y agudizar las dificultades.
“No queremos desafiar el pacto, pero vamos a la sesión del gobierno para resolver la crisis del pueblo y cumpliendo con las responsabilidades sin hacer trincheras», sentenció.
En medio de la falta de consenso y las presiones extranjeras, Líbano transita el cuarto vacío de poder después de su independencia, luego del fin del mandato presidencial de Michel Aoun el pasado 31 de octubre y bajo un gobierno de limitados poderes constitucionales.
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