«El Tribunal Supremo fue dañado por terroristas. Pero las instituciones no están hechas solo de ladrillos, están hechas de personas, coraje y determinación», publicó el ministro Alexandre de Moraes, citado por el portal G1.
De Moraes vaticinó que se reconstruirán las estructuras del predio para «mostrar que la CF (Constitución Federal] y la Democracia siguen más fuertes que nunca».
El magistrado Luís Roberto Barroso indicó que los inmuebles pueden ser destruidos, pero «la democracia es invencible. Representa el esfuerzo de la humanidad para que todos sean libres e iguales… La violencia nunca es el camino», aseguró.
Según el ministro Gilmar Mendes, decano del STF, «en este momento, decenas de personas trabajan para reconstruir el pleno del Tribunal Supremo. Fueron severos los daños al patrimonio público, pero el trabajo del STF en defensa de la Constitución nunca fue sacudido», remarcó.
A raíz de la intentona golpista y el saqueo, el STF presentó una campaña con videos institucionales en respuesta al vandalismo que depredó la sede de la corte superior, el Congreso Nacional y el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en Brasilia.
Por la acción proselitista, la timonel de la corte, ministra Rosa Weber, aseguró que el STF «reconstituirá su edificio sede, patrimonio histórico de los brasileños y de la humanidad, y símbolo del Poder Judicial, uno de los tres pilares de la democracia constitucional brasileña».
Sin embargo, subrayó, «la respuesta a los actos criminales pasa también por difundir el mensaje de que la Suprema Corte y, la defensa que hace de la democracia y del Estado de Derecho, siguen inquebrantables».
Titulada Democracia firme, la campaña sostiene que el patrimonio físico del Supremo fue depredado, pero la defensa de la Constitución sigue segura.
De acuerdo con el Supremo, el audiovisual será exhibido a partir de este martes, y hasta el 1 de febrero, en la TV Justicia y en las redes sociales del juzgado.
Con el material, según la corte, se pretende «llamar la atención sobre el lamentable episodio, para que nunca sea olvidado y ni se repita, y destacar que la democracia y la Suprema Corte salen fortalecidas de esos acontecimientos».
Bajo la consigna de intervención militar, grupos extremistas, seguidores del derrotado mandatario Jair Bolsonaro, protagonizaron el 8 de enero las acciones golpistas y de saqueo en las sedes de los tres poderes, como una forma también de rechazar la asunción al poder del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
rgh/ocs