De acuerdo con un estudio publicado por ese organismo, el área más afectada por la disminución de las precipitaciones es el norte de este país, en tanto la región central registró el año más seco de los últimos 62.
El trienio 2020-2022 fue el más complejo en cuanto a ese indicador en esta nación y en zonas amplias la humedad del suelo es inferior a la necesaria para los cultivos y la alimentación de los animales.
El informe indica que los índices de vegetación decrecieron, al igual que el nivel de los ríos, lagunas y cuerpos de agua.
Como consecuencia de ese fenómeno, la producción ganadera y las plantaciones sufrieron daños severos.
Por ejemplo, la sequía y las heladas provocaron una disminución de 44,6 por ciento en la cosecha de trigo, lo cual significa una pérdida de más de dos mil 800 millones de dólares.
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