El texto, llamado El estado de la eliminación de dióxido de carbono (CDR), proporciona las primeras estimaciones globales de la cantidad total de carbono que se extrae del aire anualmente y predice cuánto tendrá que aumentar bajo varios escenarios de emisiones.
«Si queremos tener una estrategia sólida para alcanzar el objetivo climático de París, necesitamos limitar la dependencia de CDR, y esto significa que debemos ponernos al día con nuestras reducciones de emisiones», dijo la coautora Jan Minx, investigadora climática en el Mercator Research Institute on Global Commons and Climate Change, Berlín.
Los expertos estiman que la tasa global actual de CDR es de alrededor de dos mil millones de toneladas por año.
Esto es «quizás más grande de lo que mucha gente piensa», señaló el coautor Steve Smith, científico climático de la Universidad de Oxford, Reino Unido, pero «todavía es mucho más pequeño que las emisiones totales netas».
Actualmente, la gran mayoría de los CDR utilizan métodos convencionales, gestionando la tierra para que absorba y almacene dióxido de carbono atmosférico, por ejemplo, plantando árboles, restaurando bosques dañados o reponiendo el suelo para que almacene más carbono.
Aproximadamente el 0,1 por ciento de la eliminación de carbono (alrededor de 2,3 millones de toneladas al año) se realiza mediante nuevas tecnologías.
Estas incluyen plantas energéticas que generan energía pero capturan y almacenan emisiones, como bioenergía e instalaciones de captura y almacenamiento de carbono; tecnologías de captura directa de aire que utilizan reacciones químicas para extraer dióxido de carbono de la atmósfera; y carbón vegetal biológico o biocarbón, que absorbe carbono neto de la atmósfera cuando se agrega al suelo.
El estudio estima que con todos los proyectos CDR actualmente en desarrollo, la cantidad de dióxido de carbono capturado de esta manera podría ascender a 11,75 millones de toneladas por año para 2025.
Detalló que para limitar el calentamiento global a menos de 2°C por encima de las temperaturas preindustriales, se estima que para 2030 el mundo deberá eliminar 0,96 millones de toneladas más de dióxido de carbono anuales, en comparación con 2020.
Para 2050, esto tendrá que aumentar aún más, a alrededor de 4,8 millones de toneladas por encima de los niveles de 2020.
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