Firmado y orientado a la cimentación de la propuesta, el despacho apuntó a los ministros de Trabajo y Empleo; Hacienda; Planificación y Presupuesto; Previsión Social; Desarrollo, Industria y Comercio; así como a la Secretaría General y la Casa Civil de la Presidencia.
El plazo de elaboración es de 45 días, prorrogable por igual período.
Durante el diálogo en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, en Brasilia, se negoció el reajuste del salario mínimo, fijado actualmente en mil 302 reales (255 dólares).La idea es mejorarlo en al menos un 15 por ciento de corrección y que pase a mil 342 reales (263 dólares).
“Nuestra meta es el cumplimiento de la promesa de campaña (electoral) con la reanudación de la política de corrección del salario mínimo por encima de la inflación”, afirmó días antes de la cita Henrique Lopes, dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en el estado de Mato Grosso (centro-oeste).
Subrayó que la llegada de la administración progresista posibilita una mirada con más respeto a los obreros que estuvieron cuatro años sin subida en la mensualidad mínima.
La llamada Política de Valoración del Salario Mínimo defendida por la CUT y las demás centrales sindicales, e instituida en el primer gobierno de Lula (2003-2007), fue destruida por el derrotado mandatario Jair Bolsonaro.
Lula insistió en la construcción de una nueva relación entre capital y trabajo. “Es por eso que vamos a crear una comisión de negociación, primero con los sindicatos, con el Gobierno y con los empresarios”, refirió al admitir que resulta posible llevar a cabo la propuesta.
“(…) es la mejor manera de hacer distribución de ingresos en el país. No sirve de nada que el producto interno bruto crezca si no se distribuye. Creció un 14 por ciento al año y el trabajador se ha vuelto más pobre”, alertó el jefe de Estado.
(Tomado de Orbe)