Tras el rezo del Ángelus junto a los fieles reunidos al mediodía de este domingo en la Plaza de San Pedro, el sumo pontífice invitó a “orar por el cese de los hechos de violencia en el Perú”, pues según dijo, “la violencia extingue la esperanza de una solución justa a los problemas”.
“Animo a todas las partes involucradas a emprender el camino del diálogo entre hermanos de una misma nación, con pleno respeto a los derechos humanos y al Estado de derecho”, agregó el obispo de Roma.
Finalmente, Francisco expresó que “me uno a los obispos peruanos en decir ¡No a la violencia, venga de donde venga! ¡No más muertes! ¡Hay peruanos en las calles!”.
El 21 de enero último más de 200 estudiantes y marchistas opositores fueron detenidos en ese país durante el allanamiento de la Universidad Mayor de San Marcos, quienes se sumaron a los 378 apresados desde el inicio de las protestas antigubernamentales, en diciembre pasado.
Los presos, que denuncian maltratos, dijeron que fueron esposados y obligados a tenderse boca abajo, registrados y luego conducidos, cada uno con un policía al lado, en varios viajes de autobuses policiales, hasta la comandancia de la Policía de Lima y otros recintos.
Desde el 7 de diciembre, cuando el entonces presidente Pedro Castillo fue destituido y encarcelado por anunciar la disolución del Parlamento opositor y la reorganización de los órganos de justicia, la Policía ha detenido a cientos de manifestantes.
Durante las protestas, que se desarrollan principalmente en la zona meridional del país, murieron más de 40 civiles, más de la mitad en la región surandina de Puno, donde las protestas continuaron este fin de semana.
Las demostraciones exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, así como el reemplazo por carencia de neutralidad del sucesor potencial, José Williams, además de la convocatoria a prontas elecciones generales y dentro de estas a un referendo acerca de una asamblea constituyente.
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