“La unidad de nuestro Estado Plurinacional es una necesidad estratégica; hoy, más que nunca, bolivianas y bolivianos debemos estar alertas al llamado de la Patria, que nos convoca a defenderla por encima de todo cálculo político, partidario o de grupo”, afirmó el mandatario en una intervención de casi 50 minutos.
En presencia del vicepresidente, David Choquehuanca, los líderes de las cámaras de Senadores y de Diputados, Andrónico Rodríguez y Jerjes Mercado, respectivamente; ministros, mandos militares y policiales, líderes de movimientos sociales y representantes del cuerpo diplomático acreditado, Arce insistió en “profundizar nuestra Revolución Democrática y Cultural”.
Hizo un recuento de la historia de Bolivia desde la colonización durante el acto al que asistió Prensa Latina por los 14 años de la aprobación en 2009 de la nueva Constitución Política del Estado que reconoce a las 36 nacionalidades indígenas originario campesinas.
El dignatario enumeró, asimismo, los logros del Proceso de Cambio en lo económico y lo social, y destacó la movilización popular que en las elecciones de 2019 recuperó el orden democrático, y, más recientemente, en 2021 y a finales de 2022, frenó intentos de desestabilización política impulsados por grupos de poder desde Santa Cruz.
Arce fue reiterativo en la idea de que resulta necesario avanzar en el fortalecimiento del Estado Plurinacional de la mano de los sectores sociales “con nuevos contenidos”.
En relación con esta idea subrayó la importancia de “formular con creatividad y en permanente consulta con el pueblo organizado, nuevos contenidos para no solo dar continuidad, sino para profundizar nuestra Revolución Democrática y Cultural”.
Sin dar detalles de las características de esa profundización, Arce recordó que el Proceso de Cambio marcó hitos con la refundación de Bolivia en un Estado Plurinacional, “del que nos sentimos orgullosas y orgullosos”.
Concluido el acto en la Casa Grande del Pueblo, Arce presenció desde la tribuna presidencial en el kilómetro cero de la ciudad gubernamental, en la plaza Murillo, un desfile sin precedentes en la historia de Bolivia, que se extendió por casi nueve horas.
Participaron en él unidades militares, la Guardia Indígena, representantes de organizaciones sociales, de las distintas comunidades originario campesinas, de todos los ministerios, empresas y cooperativas, así como cientos de médicos y enfermeras, cuyo trabajo resultó decisivo en el control de la pandemia de Covid-19.
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