Según el portal Brasil de Fato, con la nueva lista de separados, ahora son por lo menos 90 despidos de integrantes de las Fuerzas Armadas con puestos afines al Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo. Entre ellos, 38 actuaban en el llamado Gabinete de Seguridad Institucional.
A finales de 2021, al menos 211 militares estaban en puestos de confianza bajo la presidencia del derrotado mandatario Jair Bolsonaro, según informaciones del Atlas del Estado Brasileño, publicación elaborada por el Instituto de Investigación Económica Aplicada.
El total de exoneraciones hechas en el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, por lo tanto, se aproxima a la mitad del total de militares que estaban en cargos comisionados en el Planalto el año pasado (43 por ciento).
También el atlas revela que la gestión de Bolsonaro distribuyó una cantidad significativa de puestos para oficiales justamente en ministerios estratégicos, como Salud, Economía y Medio Ambiente, áreas en las que fue blanco de duras críticas.
De acuerdo con datos del Tribunal de Cuentas de la Unión, por lo menos seis mil 157 oficiales ocupaban cargos comisionados en funciones civiles en 2020, número que representa más del doble en 2016, que tenía dos mil 957, cuando el Partido de los Trabajadores dejó el poder después del golpe parlamentario judicial contra la gobernante Dilma Rousseff.
Las exoneraciones promovidas por Lula comenzaron inmediatamente en los primeros días de gobierno, pero aumentaron después del 8 de enero, cuando partidarios radicales de Bolsonaro promovieron un ataque golpista, avanzando sobre las fuerzas de seguridad e invadiendo las sedes del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal y el Planalto.
El jefe de Estado destituyó del cargo el sábado al general Julio César de Arruda, comandante del Ejército, en medio de depuraciones por la intentona golpista.
Su sustituto será el actual comandante militar de la región sudeste, general Tomás Miguel Ribeiro Paiva, quien dirigía ese territorio desde 2021.
Antes de ser despedido, Arruda participó en una reunión en la sede de la Presidencia con Lula, el ministro de Defensa, José Mucio Monteiro, y los comandantes de la Marina, almirante Marcos Sampaio Olsen, y de la Fuerza Aérea, brigadier Marcelo Kanitz Damasceno.
Tras la cita, Mucio Monteiro descartó alguna participación directa de las Fuerzas Armadas en las acciones antidemocráticas.
«Entiendo que no hubo participación directa de las Fuerzas Armadas. Ahora, si algún elemento individual tuvo su participación, responderá como ciudadano», afirmó a la prensa.
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