Al intervenir en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en la capital de Argentina, el mandatario expresó que siente esa esperanza después de escuchar tantas palabras acertadas, pero “el diálogo tiene que ser sincero”, subrayó.
“Miramos con preocupación los hechos ocurridos en Perú, como también los de Brasil”, expuso, y dijo que esa posición la manifestaron porque el camino de la violencia no es el de la democracia.
Más adelante, el jefe de Estado reflexionó que una agenda de integración del área exitosa debe ser orientada a programas y acciones concretas que se traduzcan en el beneficio tangible, real, para los pueblos.
Hay temas en los que convergen los intereses de todas las naciones, en los que claramente podemos avanzar, como el combate a la pobreza y la conectividad física, subrayó. Incluyó la producción sostenible de alimentos, la respuesta común a situaciones de emergencia, la pandemia de la Covid-19, la sequía y el crimen organizado.
Entre los logros en materia de integración mencionó el corredor bioceánico, ejemplo de obras de infraestructura que fortalecen a la región.
El presidente paraguayo afirmó que este es un espacio de diálogo y pidió recuperar la cultura del encuentro, luego de lo que trasladó un saludo a su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Espero que la Celac se convierta en un espacio de debate sincero, de integración y no de intromisión, “que podamos hablar y buscar un camino de salida a las crisis que acechan a las democracias”, aseveró.
“Tenemos que construir un destino común para nuestra región, una hoja de ruta común para conectarnos al mundo”, propuso Abdo, cuyo mandato concluirá el próximo agosto.
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