Al término del Tercer Encuentro Ministerial sobre Seguridad y Defensa, ambos funcionarios suscribieron una Declaración Conjunta que esboza el contexto actual de las amenazas en la región limítrofe y los avances de los mecanismos binacionales que se mantienen vigentes entre ambos países.
Con ese texto, las partes afianzaron los esfuerzos realizados por las instituciones de seguridad y se comprometieron a seguir impulsando las estrategias encaminadas a mitigar los efectos negativos de las redes criminales asociadas al tráfico de droga, trata de personas y sus delitos conexos.
También acordaron el intercambio oportuno y eficaz de información entre los cuerpos de seguridad y continuar con el diálogo constante entre sus representantes.
Ambos países comparten una frontera terrestre de 266 kilómetros en el Tapón del Darién (Colón), donde operan bandas criminales como el Clan del Golfo, dedicadas al narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal, según autoridades panameñas.
Estadísticas oficiales del Servicio Nacional de Migración señalan que el paso de viajeros por la selva del Darién, en los límites entre Panamá y Colombia, creció un 85,6 por ciento en 2022, en comparación con el año anterior, para llegar a la cifra histórica de 248 mil 284 migrantes irregulares.
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