La organización dirigida por Pierre Espérance, deploró que la cifra representa un promedio de más de cuatro oficiales ejecutados por mes, y responsabilizó a Henry y al jefe de la Policía, Frantz Elbé, por el fenómeno.
“La historia recordará que nunca hicieron nada para proteger y preservar la vida de estos oficiales que habían elegido servir a su país”, aseguró la plataforma en un comunicado, luego de la tensa jornada que vivió el país la víspera con la movilización de los agentes.
Los uniformados salieron a las calles el jueves en protesta contra el asesinato de siete colegas de la comisaría de Liancourt en el departamento Artibonite, como consecuencia de enfrentamientos con bandas armadas que operan en la región.
Durante la movilización paralizaron Puerto Príncipe, levantaron barricadas y atacaron la residencia oficial de Henry, la oficina del Gobierno y las instalaciones del aeropuerto internacional Toussaint Louverture.
La Rnddh lamentó que aún sin terminar enero, al menos 18 funcionarios de la Policía fueron víctimas de atentados contra su vida, de ellos 14 asesinados, dos heridos e igual cifra desaparecidos.
Además, señaló que los agentes no están a salvo y parecen ser el blanco privilegiado de los bandidos armados que se han vuelto más arrogantes en su modus operandi y amplían cada día su territorio, atacando regularmente a los oficiales.
Durante 2022 otros 50 policías fueron ejecutados en el país caribeño que vive un auge de la violencia y la inseguridad.
Además de los agentes, más de dos mil personas fueron asesinadas el pasado año, cerca de un millar secuestradas y más de 155 mil tuvieron que abandonar sus hogares por las acciones de grupos criminales.
Para la Rnddh, el deterioro acelerado de la situación de seguridad tras unas semanas de relativa calma tiene el objetivo de justificar y obtener de la comunidad internacional, el envío de una fuerza militar extranjera a Haití.
En octubre el Gobierno solicitó el despliegue de tropas extranjeras para contener a las pandillas y aunque recibió el visto bueno de Naciones Unidas, persiste la resistencia en algunos países de liderar una nueva operación militar por el resultado de pasadas intervenciones.
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