A través de un comunicado, el colectivo confirmó la inasistencia al trabajo hasta el viernes entrante y la continuidad del paro como consecuencia de la indiferencia política y la ausencia de una atención seria por la desastrosa situación de los empleados.
Desde mediados de mes, la asociación acudió al cese de sus labores en protesta por el deterioro de las condiciones de vida y el restablecimiento de los derechos.
En este sentido, la Asociación reafirmó el compromiso de no descansar antes de alcanzar sus justos reclamos, a la luz del peor colapso económico, financiero y social del país en su época moderna.
Aumento salarial, subsidio de transporte y asistencia social constituyen las principales demandas sindicales de los empelados libaneses ante la disminución del poder adquisitivo y los altos niveles de inflación.
Más de dos millones de personas en Líbano requieren de asistencia urgente como resultado de la depreciación de la moneda, el levantamiento de los subsidios y el aumento del costo de vida, que impiden a las familias acceder a suficientes alimentos y otras necesidades básicas, de acuerdo con entidades de Naciones Unidas.
Líbano enfrenta una etapa de vacío de poder desde el 31 de octubre pasado, sin presidente de la República, en ausencia de consenso político y bajo un gobierno interino de limitados poderes constitucionales.
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