De acuerdo con el abogado del exmilitar, Felipe Alexandre, las autoridades estadounidenses recibieron el viernes la documentación pertinente.
El jurista aconsejó a Bolsonaro no salir de Estados Unidos durante el proceso de análisis de concesión de la visa, que puede durar meses.
Alexandre también señaló que el político ultraderechista puede decidir solicitar una visa estadounidense «más permanente» que la extensión de seis meses que está buscando, señaló la publicación inglesa.
Bolsonaro llegó al estado norteamericano de Florida el 30 de diciembre antes de la toma de posesión (1 de enero) del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo derrotó en las elecciones de octubre.
Su visa oficial venció el día que dejó el poder, pero preveía un período de 30 jornadas adicionales en el que podía permanecer en la nación norteña.
Medios periodísticos locales aseguran que el regreso del expresidente al gigante suramericano estaría siendo retardado a causa de las investigaciones por los actos antidemocráticos del 8 de enero.
El exparacaidista fue incluido en la investigación abierta por el ministro Alexandre de Moraes, de Supremo Tribunal Federal (STF), para identificar a los donantes del movimiento golpista y corre riesgo de ser arrestado.
Bajo pedidos de intervención militar y rechazo a la asunción al poder de Lula, extremistas adeptos del exgobernante invadieron y depredaron las sedes del Congreso Nacional, el STF y el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
Otras posibles indagaciones se sumarían por la crisis sanitaria y social que enfrenta el pueblo indígena Yanomami, abandonado durante el mandato de cuatro años del nostálgico de la dictadura militar (1964-1985).
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