Realizamos esfuerzos para crear un grupo de trabajo nacional que ponga fin al problema, pero este va más allá de la mera provisión de vivienda, declaró el titular a la prensa, e incluyó entre los implicados a su cartera, la de Salud y Bienestar, de Juventud, departamentos de la administración del Estado, iglesias y organizaciones no gubernamentales.
Una vez establecido ese equipo de gestión, debería contar con la aprobación del Ejecutivo «para darle su máxima elevación», a fin de mostrar el apoyo y la determinación para concluir con el asunto, expresó.
Asignamos una «cantidad significativa de dinero» en las estimaciones para que el Gobierno inicie un diálogo en este sentido, acotó, y subrayó las existencia también del compromiso de seguir laborando de conjunto con la Alianza de Barbados.
Divulgó la subvención concedida a esa entidad y a las Soroptimistas para permitirles llevar a cabo sus acciones de acogida, mientras explicó que no todos los casos se debían a que necesitaran una casa, sino además estaban aquellos con problemas de consumo de drogas, de salud mental, psicológicos y otros.
A menos que se aborde la situación de las mujeres maltratadas, podría dar lugar a más sin hogar, advirtió el ministro, y llamó a encontrar una solución antes de que el tema se convierta en endémico.
Las personas en situación de calle van ahora desde los 18 años hasta los 70 u 80 y tantos, describió a fines de noviembre pasado la filántropa Sharon Bellamy-Thompson, quien solicitó ayuda al Gobierno en aras de establecer una segunda instalación para la atención, ante el aumento del fenómeno.
Barbados, con casi 300 mil habitantes, es la nación más rica y desarrollada del Caribe oriental y tiene una de las rentas per cápita más altas de América; sin embargo, algunos sectores necesitan mejorar sus condiciones de vida deficientes. La pobreza afecta alrededor del 10 por ciento de la población, según cifras oficiales.
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