El asesinato la semana pasada de seis policías en enfrentamientos con grupos armados en Liancourt, al noroeste de esta capital, provocó violentas manifestaciones de los uniformados y un clima de tensión en la mayoría de las ciudades del país.
En la capital los agentes bloquearon las calles, agredieron las residencias del primer ministro Ariel Henry y las instalaciones del aeropuerto y retiraron llaves de vehículos a los conductores, entre ellos, de diplomáticos acreditados en el país.
Por su parte, en Saint Marc los oficiales se movilizaron durante dos jornadas consecutivas, cerraron las instituciones estatales y criticaron a las autoridades por no proveer los recursos necesarios para que los policías puedan cumplir con su misión de proteger y servir a la población.
Henry, por su parte, llamó a la unidad y serenidad dos días después de la ejecución de los oficiales y se comprometió a apoyar a los familiares de las víctimas.
No obstante, condenó las acciones de los policías e invitó al gremio a no convertirse en los opositores equivocados.
“Los niños deben volver a la escuela, las misiones diplomáticas deben reabrir”, dijo el jefe de Gobierno en su primera intervención tras la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Horas antes, el director de la Policía, Frantz Elbé, aseguró que tomarán medidas para reforzar las comisarías y las unidades especializadas con logística y armamento, así como adoptarán otras disposiciones para apoyar a las fuerzas del orden en su lucha contra la delincuencia organizada.
Elbé llamó a los agentes a mantener la calma y reconoció la justeza de las reivindicaciones, no obstante, insistió que la solución de los problemas no está en violencia sino en la unidad.
De acuerdo con datos oficiales, al menos 11 policías fueron asesinados en Haití durante enero, aunque organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos elevan la cifra a 15.
Todo ello cuando el país atraviesa su ola más violenta en la última década con el auge de las pandillas y la ampliación de sus zonas de control, que causaron miles de muertes en 2022.
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