El equipo estudió fragmentos de hueso incrustados en una costilla de mastodonte que fue descubierto por primera vez por Carl Gustafson, quien realizó una excavación en el sitio de Manis, en el estado de Washington, de 1977 a 1979.
Con el empleo de una tomografía computarizada y un software 3D, el doctor Michael Waters, profesor de antropología y director del Centro para el Estudio de los Primeros Americanos, y sus colegas aislaron los fragmentos de hueso para demostrar que era la punta de un arma: un proyectil hecho con el hueso de Mastodon, parientes prehistóricos de los elefantes.
“Esta es la punta de proyectil de hueso más antigua de las Américas y representa la evidencia directa más antigua de la caza de mastodontes en la región”, subrayó Waters.
Aseguró que con 13 mil 900 años de antigüedad, la punta de Manis es 900 años más añeja que las puntas de proyectil asociadas con el pueblo Clovis, cuyas herramientas de piedra también ha estudiado.
Esto muestra que los primeros estadounidenses fabricaron y usaron armas de hueso y probablemente otros tipos de herramientas de este material, detalló.
Los expertos mostraron que el hueso utilizado para hacer la punta parece haber venido de la pierna de otro mastodonte y fue moldeado intencionalmente en forma de proyectil.
“La lanza con la punta de hueso fue arrojada al mastodonte. Penetró la piel y el tejido y finalmente entró en contacto con la costilla. El objetivo del cazador era meterse entre las costillas y dañar la función pulmonar, pero el cazador falló y golpeó la costilla”, dijo.
Mencionó que no se sabe mucho sobre las personas que usaron la punta de lanza Manis, aparte de que fueron algunos de los primeros pueblos indígenas en ingresar a las Américas.
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