Según fuentes de la Liga para la Protección de los Presos Saharauis en las Cárceles Marroquíes, la protesta responde al trato discriminatorio y racista de las autoridades penitenciarias del reino magrebí, denunciadas sistemáticamente sin resultado alguno.
Denunciaron además, la situación sanitaria y la negligencia médica resultantes de las huelgas de hambre.
La fuente expuso que Marruecos no ha cumplido su compromiso relacionado con la extradición del reo a las cárceles del Sáhara Occidental, según el acuerdo concluido durante la suspensión de la huelga de hambre abierta que tuvo lugar entre el 1 y el 30 de marzo de 2022.
La víspera, familiares de los presos civiles saharauis denunciaron los tratos humillantes y el continuo hostigamiento que sufren los reclusos en la prisión local Ait Melloul 2, en las afueras de la ciudad de Agadir, Marruecos.
El Fiscal General Adjunto del Rey se comprometió a abrir investigaciones supervisadas por la Gendarmería Real, instancia que visitó la prisión local del 2 el 20 de enero de 2023 para iniciar procedimientos relacionados con la audiencia de los presos del Grupo Gdeim Izik, quienes desde entonces están bajo la amenaza constante.
Las condenas del grupo se derivan del presunto papel de los activistas en los enfrentamientos contra el ejército de Marruecos el 8 de noviembre de 2010, en medio de una violenta operación militar contra civiles que protestaban en el campamento de Gdeim Izikcon, cerca de El Aaiún, en los territorios ocupados del Sahara Occidental.
El órgano de expertos de Naciones Unidas sobre la tortura condenó las violaciones de la Convención contra la Tortura en tres casos relacionados con los acusados y puso en duda el valor probatorio de las tardías investigaciones de la justicia marroquí al respecto.
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