“El 7 de febrero de 2009, el Estado Plurinacional de Bolivia se abrió camino a través de un gran pacto social entre bolivianas y bolivianos, y se convirtió en un ejemplo de inclusión y lucha contra el racismo y discriminación ante los pueblos del mundo”, escribió Arce en un tuit. Añadió el dignatario que con la promulgación de la carta magna nació la Bolivia plurinacional y gracias a ella el país halló, en la diversidad, su mayor fortaleza.
Significó el mandatario que hoy los bolivianos levantan con orgullo la Tricolor y la Wiphala, “símbolos de soberanía y unidad de nuestro pueblo”.
Morales, por su parte, evocó en su cuenta de Twitter la promulgación de la ley de leyes en la ciudad de El Alto junto a organizaciones representativas del pueblo.
“Así refundamos nuestra Patria para poner fin a una historia de racismo, exclusión y exterminio de pueblos indígenas”, acotó en esa red social el líder del Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos.
“En la Constitución del Estado Plurinacional blindamos para siempre la soberanía de Bolivia sobre sus recursos naturales y constitucionalizamos como derechos inamovibles el acceso al agua junto a los bonos solidarios, fruto de la Nacionalización”, concluyó.
Aquel pacto social de los bolivianos incorporó los derechos de la mayoría indígena, originaria y campesina (60 por ciento de la población), marginada de la vida republicana, en las decisiones de la sociedad civil organizada.
El texto, igualmente, recuperó los saberes de las múltiples culturas que conviven en el país altiplánico, sentó bases para acabar con la postergación de algunos sectores e impulsar políticas públicas que respeten los derechos humanos y la igualdad entre mujeres y hombres en el contexto del Vivir Bien.
Esta última expresión sintetiza la forma de entender la satisfacción compartida de las necesidades humanas más allá del ámbito de lo material y económico, porque incluye la afectividad, el reconocimiento y el prestigio social.
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