Durante la presentación este lunes de sus objetivos para el año ante la Asamblea General, el representante pidió a los líderes mundiales pensar en el mañana y actuar para un cambio.
Al respecto, demandó respetar la Carta de la Organización de Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
No es un momento para retoques, dijo, es un tiempo de transformación.
Guterres mencionó el derecho a la paz como su primera prioridad para el período al recordar conflictos como el de Ucrania, la situación en Afganistán, Myanmar y Haití.
«Hemos iniciado 2023 en la línea de mira de una convergencia de desafíos nunca vistos en nuestras vidas», advirtió al mencionar además la crisis climática, la pobreza extrema y los recientes terremotos en Türkiye y Siria.
Entre sus objetivos, el representante enumeró además el derecho al desarrollo, a un medio ambiente limpio, el respeto a la diversidad y los derechos culturales, la igualdad plena de género así como los derechos civiles y políticos.
Además, solicitó a los países con armas nucleares que renuncien al uso de estas al tiempo que calificó de absurdo su supuesto empleo «táctico».
Es hora de un nuevo compromiso, de colocar las necesidades de los países en desarrollo en el centro de cada decisión y del mecanismo del sistema financiero mundial.
«Si todos los países cumplieran las obligaciones que emanan de la Carta (de Naciones Unidas), el derecho a la paz estaría garantizado», agregó.
Guterres llamó además a trabajar frente al cambio climático y denunció la ausencia de «visión estratégica» y «el sesgo cortoplacista» de los responsables políticos y económicos.
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