La secretaria general de la Convención de los Humedales Ramsar, Musonda Mumba, participó en la presentación del Mapa por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), el cual ayudará a identificar las áreas potenciales de restauración de ese ecosistema.
El viceministro del Minae, Rafael Gutiérrez, apuntó que la herramienta ofrece una descripción detallada y precisa de los ecosistemas de manglar del país para el año 2021 y una línea base consistente para monitorear los cambios futuros de estos.
La idea es usar los mapas como instrumento para el monitoreo y evaluación del ecosistema manglar para saber dónde se tiene que mantener la cobertura existente y dónde aumentarla con actividades de restauración, explicó el también presidente ejecutivo del Sinac.
Resaltó que el Programa Nacional de Humedales del Sinac viene impulsando su conservación a través de acciones como el diseño de estrategias de conservación, cuantificación de carbono y rehabilitación-restauración de los manglares.
El Minae precisó que los manglares son reservorios de carbono azul y que almacenan tres veces más dióxido de carbono que los bosques, por lo que se les conoce como héroes en el combate del cambio climático.
Refiere que los ecosistemas costeros del país están compuestos por arrecifes de coral, bosques de manglares, lagunas costeras y pastos marinos, los cuales aportan una gran variedad de servicios a la sociedad.
Por su parte, Mumba expresó satisfacción porque Costa Rica cuente con esta herramienta y señaló que es la hora de la restauración de los humedales, pues no es posible hablar de ellos sin hablar de cambio climático, carbono azul y seguridad alimentaria.
El investigador de la Unidad de Acción Climática del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, Lenin Corrales, señaló que el mangle alto representa el 79 por ciento de las 52 mil 802 hectáreas de ese ecosistema de Costa Rica, seguido de canales y lagunas, con el 13 por ciento.
Asimismo, prosiguió, el 99,85 por ciento está distribuido en la Costa Pacífica, incluyendo la Isla del Coco, y solamente el 0,15 por ciento se halla en la vertiente del Caribe, básicamente en los sectores de Gandoca y Moín.
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