«Llegamos», así escribió Lula tras su arribo en una red social y bajó del avión acompañado de su esposa Rosângela Silva, conocida popularmente como Janja, y el resto de la delegación que incluye a los ministros de Hacienda, Fernando Haddad y de Medio Ambiente, Marina Silva.
Todos se acomodaron dentro de la llamada Blair House, utilizada como casa de huéspedes del gobernante estadounidense.
La ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, el líder del gobierno en el Senado, Jacques Wagner, el embajador y asesor de la Presidencia, Celso Amorim, y el secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, Márcio Elias Rosa, también viajaron a Washington.
Además de la reunión con Biden, el fundador del Partido de los Trabajadores platicará con el senador demócrata Bernie Sanders, uno de los autores de la resolución en el Congreso para que, el año pasado, el resultado de la elección en Brasil fuera inmediatamente reconocido, lo cual fue visto como un acto en defensa de la democracia.
La televisora CNN asegura que la expectativa es que Lula también lleve al centro del debate la importancia de Brasil para el mantenimiento de la democracia en las Américas.
En ese sentido, el extornero mecánico abordaría las invasiones y saqueos a las sedes de los Tres Poderes en Brasilia, ocurridas el 8 de enero, y sobre cómo están las investigaciones sobre los actos terroristas.
Grupos de extrema derecha adeptos del exmandatario Jair Bolsonaro irrumpieron violentamente y depredaron en esa fecha los edificios del Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal y la Presidencia.
Fuentes diplomáticas norteamericanas indicaron que Biden, por su parte, pretende discutir con Lula los problemas y las eventuales soluciones para cuestiones raciales y sociales en los dos países.
Ambos líderes también buscarán cómo encontrar caminos conjuntos para defender la democracia y debatirán acciones concretas para contener el cambio climático y preservar el medio ambiente.
El gobernante brasileño adelantó que pretende debatir, asimismo, con su par anfitrión formas de contener la diseminación de fake news (noticias falsas) en el mundo digital.
Cualquier avance en este campo dependerá mucho de la participación norteamericana, pues las redes sociales más grandes del mundo operan desde este país.
La vuelta a Brasil de la delegación presidencial está programada para el sábado.
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