El alto cargo de la Policía Nacional fue inculpado por tres delitos que tienen que ver con la revelación de secreto.
Su situación judicial implica la retención de documentos de viaje por 180 días. También la prohibición de salida del país y deberá fijar domicilio.
Berriel fue removido esta semana del cargo, que también perdió el director de la Policía Nacional, y su jefe inmediato, Diego Fernández. Sus relevos asumirán el primer día de marzo.
El exjerarca policial está acusado de entregar información del Sistema de Gestión en Seguridad Pública, que facilitó a Astesiano en diversas ocasiones.
La fiscal a cargo de la investigación, Gabriela Fossati, adelantó que se consideran otros delitos, pero que para Berriel lo que establece «la norma es una pena de inhabilitación y multa».
El caso Astesiano sigue impactando aquí, y la víspera el presidente Luis Lacalle Pou señaló a «dos medios» de comunicación de filtrar de manera intencionada información sobre el asunto.
Lacalle Pou se desmarcó del escándalo sobre la conducta de Astesiano, pero sus acusaciones a la cobertura periodística recibieron el rechazo de la Asociación de Prensa de Uruguay.
Alejandro Astesiano está en prisión desde fines de septiembre bajo diveros cargos, pero las revelaciones que salen de sus chats en WhatsApp podrían abrir otros cauces penales, con implicaciones para la administración del presidente Lacalle Pou.
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