La fiscal Gabriela Fossati pidió la imputación de Berriel sin definir los delitos, aunque todo apunta a tráfico de influencias en sus relaciones con Astesiano.
Ello salta de los audios entre ambos recolectados en los mensajes de WhatsApp en el teléfono celular del exhombre de confianza del presidente Luis Lacalle Pou.
Berriel pidió licencia mientras afrontaba la investigación, pero esta semana fue removido del cargo junto al director de la Policía Nacional, Diego Fernández.
La víspera Astesiano compareció ante la fiscal y, según trascendidos de prensa, dijo que recibió «mucha ala» y se sintió como «dirigente político» en el ejercicio del puesto de jefe de seguridad presidencial.
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