De acuerdo con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Tokio mantiene una estrecha comunicación con el gobierno turco y brindará apoyo en función de las necesidades sobre el terreno.
La víspera llegó a la devastada provincia de Kahramanmaras, al sureste de Türkiye, el segundo grupo de socorristas japoneses que ahora suman 74.
Distribuidas en más de seis áreas afectadas, las brigadas conformadas por bomberos, policías, sanitarios, guardacostas y miembros de la Agencia de Cooperación Internacional realizan actividades de búsqueda y rescate.
Los expertos nipones recopilan información sobre reacciones biológicas y la ubicación de los sobrevivientes mediante la utilización de perros, radares de última generación y cámaras capaces de tomar imágenes en 360 grados dentro de los escombros.
Los datos recolectados se notifican a la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias, la agencia gubernamental turca al frente de las operaciones, comunicó un vocero del equipo japonés.
Cabe destacar que el personal médico del país asiático dispone de un aparato de diálisis artificial, destinado al tratamiento de los pacientes que padezcan una afección llamada síndrome de aplastamiento.
“Nosotros, el país que ha experimentado muchos desastres naturales a gran escala, incluido el terremoto y tsunami de marzo de 2011, estamos comprometidos a ofrecer el máximo apoyo”, destacó en conferencia de prensa el secretario en jefe del Gabinete, Hirokazu Matsuno.
Según las autoridades turcas, hasta ayer la cantidad de personas fallecidas superaba las 29 mil 600 y se contabilizaban más de 80 mil heridos.
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