«Ese caso se cerró porque en la casa donde ocurrió el evento se hizo una despoblación, que supone sacrificar a las aves», apuntó Sandí a Teletica.com sobre el suceso ocurrido en Parrita de Puntarenas, a unos 53 kilómetros al suroeste de San José.
Toda medida para combatir un evento sanitario se llama así: medida sanitaria, señaló y explicó que en la influenza aviar no hay tratamiento para las aves, el virus quedaría circulando y se convertiría en un foco de contagio.
Por eso, prosiguió, en este caso, considerando que es una población relativamente pequeña, lo que se hace es la despoblación porque así se elimina el foco y la posibilidad de diseminación.
El directivo del Senasa justificó así la acción extrema adoptada y afirmó que gracias a ello carecen de reportes de otros contagios en los alrededores.
Sandí aprovecho para recordarle a la población que la carne, los huevos o los productos derivados de cualquier tipo de ave no suponen peligro alguno y pueden ser consumidos sin problema.
Datos oficiales del Senasa reflejan la constatación ocho casos positivos; cuatro en Limón y cuatro en Puntarenas, siendo el foco de las gallinas el único registrado sobre una afectación en las poblaciones de animales domésticos.
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