Acorde con medios televisivos y testigos de esos hechos, los inconformes, los cuales intentaron llegar a las inmediaciones del Palacio Presidencial, en Jartum, la capital, fueron atacados por las fuerzas de seguridad con diversos medios, entre ellos granadas aturdidoras, gases lacrimógenos y cañones de agua.
Hasta el momento, las fuentes se abstuvieron de reportar la cifra de heridos y muertos durante las embestidas policiales contra los manifestantes.
Uno de los participantes en las marchas en Jartum, Mustafa Saeed, comunicó a la prensa local que salió a las calles para expresarse contra el acuerdo marco entre uniformados y civiles, y exigir el establecimiento de un gobierno civil.
Firmado el 5 de diciembre de 2021 entre el Ejército y la coalición opositora Fuerzas para la Libertad y el Cambio, dicho convenio marco fue catalogado como una farsa por diversos entes cívicos al considerar que los militares pretenden perpetuarse en el poder.
Ese acuerdo establece, entre otros acápites, que los jefes del Ejército y de las Fuerzas de Apoyo Rápido se retirarán definitivamente de la acción política, pero participarán a través del Consejo de Seguridad y Defensa, cuyas tareas y atribuciones serán determinadas de acuerdo con una constitución transitoria.
Contempla, además, el establecimiento de una autoridad civil y la participación de las partes interesadas en debates sobre diversos temas, entre ellos, la justicia de transición, seguridad, reforma militar y el Acuerdo de Juba para la Paz en Sudán, suscrito en octubre de 2020.
En Sudán, país que vive una profunda crisis económica y política, el actual presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdel Fattah al-Burhan, encabezó una asonada castrense en octubre de 2021 que apartó del poder al primer ministro de transición Abdalá Hamdok.
ro/obf
