Durante la segunda reunión de negociaciones intergubernamentales para la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada en Nueva York, el Gobierno sandinista señaló que debe hacerse una transformación necesaria y obligatoria en beneficio de los países en desarrollo.
En ese sentido, afirmó que la ONU cada día pierde vigencia en sus responsabilidades de promover el desarrollo y en la defensa de la soberanía e independencia de los Estados miembros.
“No ha estado a la altura de sus responsabilidades, en lo que se refiere al cumplimiento de importantes y numerosas resoluciones adoptadas en sus respectivos órganos”, destacó.
Aseguró que el organismo multilateral se convirtió en un instrumento de la política hegemónica y agresiva del Gobierno de Estados Unidos en el mundo, por lo cual -consideró- no se pueden realizar reformas al Consejo de Seguridad.
Recordó cómo la Corte Internacional de Justicia condenó a Estados Unidos y exigió indemnizar a Nicaragua por las acciones de la guerra en la década de 1980, mientras Washington no ha cumplido y la ONU no ha exigido el cumplimiento de esa sentencia.
“Las Naciones Unidas sufren una deriva de su misión y una creciente decadencia sin capacidad para servir a todos los países y pueblos del mundo, habiéndose entregado abyectamente a defender los intereses y agresiones imperialistas”, enfatizó.
De igual modo, el Ejecutivo nicaragüense reconoció y agradeció a China y Rusia en calidad de miembros permanentes de dicho Consejo, cuya “actitud prudente y responsable sobre el uso del derecho de veto, contribuye a la paz y seguridad internacionales”.
Además, se refirió a la necesidad de una mayor solidaridad y voluntad política para que la ONU contribuya de forma integral a un mundo multipolar en defensa de los intereses de las naciones más afectadas “por las políticas imperialistas y neocolonialistas”.
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