Es vergonzoso que seamos la única facción que rechaza y habla en contra de esta despreciable norma, lamentó en Twitter el legislador Ayman Odeh, dirigente del partido de izquierda Hadash.
Hoy es la negación de la ciudadanía a los palestinos, pero mañana pueden usarla contra los manifestantes, advirtió Odeh en alusión a las decenas de miles de israelíes que protestan desde hace semanas contra una polémica reforma judicial impulsada por el gobierno ultraderechista de Benjamin Netanyahu.
En similar sentido se pronunció la legisladora y miembro de Hadash, Aida Touma-Sliman.
“El vergonzoso voto a favor de una ley antidemocrática y racista es una vergüenza para la Knesset y especialmente para aquellos que dicen luchar por la democracia”, afirmó.
Quienes respaldaron el proyecto luchan por la preservación de los derechos privilegiados de los judíos, la continuación de la desigualdad y la discriminación, subrayó.
La normativa aprobada ayer por 94 votos a favor y 10 en contra, autoriza la “retirada de la nacionalidad (israelí) y la revocación del permiso de residencia a una persona condenada por actividades terroristas”.
Por su parte, el exparlamentario Mossi Raz pronosticó que esa medida aumentará la violencia.
Esa normativa es otra ley racista y peligrosa coincidió el dirigente del partido árabe Balad, Sami Abou Shahadeh.
“Tomen nota: fue aprobada con el consenso de todos los partidos sionistas, tanto en el gobierno como en la oposición”, apuntó el político en Twitter.
Tienen desacuerdos, pero cuando se trata de racismo, supremacía judía, apartheid y fortalecimiento de la ocupación colonial ilegal, todos están unidos, resaltó Abou Shahadeh.
El movimiento gubernamental palestino Fatah condenó este jueves la decisión del Parlamento israelí.
Esa normativa “equivale a una declaración de guerra y a una limpieza étnica” contra nuestro pueblo, denunció en un comunicado la agrupación política, fundada por Yasser Arafat.
Fatah subrayó que la legislación es un claro desafío a la comunidad internacional y a su ordenamiento jurídico.
También el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) rechazó el plan al señalar que viola los derechos del pueblo palestino en su tierra y su patria histórica.
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